En esta película Akira Kurosawa muestra los últimos seis meses de la vida de Kanji Watanabe, un burócrata de nivel medio, jefe de la Sección de Ciudadanos, y que remite a otro jefe de sección a unas mujeres que van a hablarle de un problema de salubridad. Como viene sintiéndose unos dolores en el estómago, va al médico; éste le diagnostica “ulcera” pero él sabe que quiere decir “cáncer”.
Al salir de la consulta, camina cabizbajo por las calles. Llega a casa, contempla el retrato de su esposa, muerta hace ya muchos años, y rememora imágenes de la infancia y de la juventud de su hijo.
Al darse cuenta de que le queda poco tiempo, Watanabe quiere vivir intensamente. Bebe, asiste a espectáculos de streap-tease, invita a cenar a una joven... Hasta que se da cuenta de que pasar por la vida (6 meses o 60 años) no consiste en olvidarse de la realidad. Comprende que vivir es darle un sentido a la existencia, adquirir una posición moral. Vivir es pensar en sí mismo y darse a los demás, construir algo útil y duradero; como, por ejemplo, un parque, donde los otros puedan encontrar algo de alegría y oxígeno.
lunes, 19 de abril de 2010
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